Sú Limiro Reposteria
Un gran problema puede ocultar una gran oportunidad.
Para mí, en el principio la única razón para hacer postres y vender fue la necesidad. Vivíamos una gran crisis financiera, estábamos endeudados, me daba vergüenza ir a la tienda y pedir que lo anoten para pagar después. Recibíamos ayuda de la familia, pero pedirles esa ayuda nunca fue una opción para nosotros, ellos lo hacían porque les nacía hacerlo y nosotros lo recibíamos con mucha gratitud, como viniendo de parte de Dios pues solo Él conocía exactamente nuestra situación.
Yo necesitaba hacer algo para apoyar, pero no podía salir a trabajar, no tenía con quien dejar a mis tres hijos pequeños. Fue entonces que empecé a hacer tortas em copa y vender a mis vecinos, en la calle y la escuela de mis babys. El resultado fue mucho mejor de lo que esperaba, a las personas les encantaba y comenzaron a pedirme tortas para sus cumpleaños con aquellos mismos sabores de las copas que vendía. Tomé algunos pedidos, pero el resultado era muy frustrante para mi, mis tortas era ricas, pero feas, muchas se partían y se deshacían en el transporte, quise desistir muchas veces, pero las personas seguían haciendo pedidos y aquel ingreso era importante para mí, yo necesitaba mejorar y por eso empecé a estudiar y entender dónde estaba equivocándome. Aprendí mucho y sigo aprendiendo a cada día. No considero que tenga un súper talento, pero sí que puedo aprender de mis errores y de los demás.
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